martes, 1 de marzo de 2016

Sexo casero

Hace muy poquitos días cuando tuve que Sexo casero Maurice de Edward M. Forster para mis clases de inglés, quizá entendí entonces a mis compañeros contertulianos; la pureza del texto, la elaboración de las ideas, pero no podría explicar el concepto cómo ellos lo hacían desde un punto de vista tan metodológico, tan analítico y teórico. Lo mío era absolutamente visceral, una sensación que estoy segura mucha gente comparte. Yo, a mi manera, puedo medir si un libro es literatura o sólo lectura si me emociona, porque cuando leo tengo una corriente, un cosquilleo casi permanente desde mi cráneo, pasando por toda mi columna, hasta mi sexo.

Y es que así lo siento, ¡es visceral! Me daba cuenta cuántas frases necesitaba remarcar, fijarme en ellas, entenderlas más allá de las palabras, leyéndolas una y otra vez, casi hasta memorizarlas, deleitándome en las descripciones, en el pensamiento que el autor cuidadosamente había puesto en la mente de cada uno de sus personajes. Me sorprendió encontrar una frase que me había repetido tantas veces cuando leí el libro por primera vez, poco después de finalizar las clases en la facultad: Ecstasy cannot last, but it can carve a channel for something lasting... La releo y otra vez aparece el cosquilleo... I feel simply walking on a volcano... porque yo misma recuerdo los días que acompañaron esta lectura y me sentía así, caminando cerquita de la lava, jugándome el pellejo, sintiendo el peligro que amenazaba en mi vida tan loca, tan ida, en aquellos momentos...

No pretendo convencer a nadie, ni hablar ex cátedra  por supuesto, tampoco pretendo definir lo qué es literatura y lo que no. Simplemente intento explicar lo que me ocurre cuando leo, dependiendo del momento, de mi estado de ánimo, de mis sentimientos. Es  cuando siento esa emoción por dentro que mido mi propio entendimiento de la literatura, de los libros que leo, si me emocionan o no.